Mi segunda experiencia observando y siendo observado fue con mi amigo Adolfo López. El trabaja en la sección de Elementary School, específicamente con primer y segundo grado. La verdad, yo no me vería trabajando con niños tan pequeños y taaaan intensos...
La clase a observar fue de Ciencias y el tema fue "Agua y Aire"... Y vaya que se puede aprender mucho.
La energía que tienen los niños de primer año es sorprendente. El ver a todo un experto manejar a los niños con tanta eficacia es de mucho valor. Saber cómo y cuándo variar ritmos, tono de voz y actividades realmente tiene mucho mérito. Y si además, la clase se da en un idioma que no es el primero de los alumno, el reto es aún mayor: lograr que entiendan conceptos a través de imágenes, mímica, explicaciones...
Yo, al trabajar con muchachos de preparatoria no sufro tanto para el entendimiento, por supuesto. Pero los retos son distintos: lograr que trabajen y aprendan pese a que ellos ya tienen un ejercicio total de su libertad y su criterio (no siempre de forma responsable, por supuesto).
Sin embargo, también plantea un reto de llevar el ritmo correcto, el tono de voz adecuado, los métodos y estrategias exactas...
Cada uno lucha por alcanzar dar a sus alumnos lo mejor de si. Cada uno busca dejar en ellos una huella importante; no para bien o vanagloria propia, sino para motivar la construcción de un aprendizaje significativo, integral. Algo que los acompañe el resto de sus días...
Y esta lucha se da cada día...
Con la ayuda del Método ELI, hemos logrado alcanzar un mejor acercamiento a esa meta. Por supuesto que aún nos falta mucho por recorrer, pero sin duda estamos en el camino correcto.
Gracias Adolfo López por tu apoyo.
La clase a observar fue de Ciencias y el tema fue "Agua y Aire"... Y vaya que se puede aprender mucho.
La energía que tienen los niños de primer año es sorprendente. El ver a todo un experto manejar a los niños con tanta eficacia es de mucho valor. Saber cómo y cuándo variar ritmos, tono de voz y actividades realmente tiene mucho mérito. Y si además, la clase se da en un idioma que no es el primero de los alumno, el reto es aún mayor: lograr que entiendan conceptos a través de imágenes, mímica, explicaciones...
Yo, al trabajar con muchachos de preparatoria no sufro tanto para el entendimiento, por supuesto. Pero los retos son distintos: lograr que trabajen y aprendan pese a que ellos ya tienen un ejercicio total de su libertad y su criterio (no siempre de forma responsable, por supuesto).
Sin embargo, también plantea un reto de llevar el ritmo correcto, el tono de voz adecuado, los métodos y estrategias exactas...
Cada uno lucha por alcanzar dar a sus alumnos lo mejor de si. Cada uno busca dejar en ellos una huella importante; no para bien o vanagloria propia, sino para motivar la construcción de un aprendizaje significativo, integral. Algo que los acompañe el resto de sus días...
Y esta lucha se da cada día...
Con la ayuda del Método ELI, hemos logrado alcanzar un mejor acercamiento a esa meta. Por supuesto que aún nos falta mucho por recorrer, pero sin duda estamos en el camino correcto.
Gracias Adolfo López por tu apoyo.
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